Actualiza tus navegadores
Un navegador web es la vía de acceso a la Red, así que mantén al día los que uses. Las actualizaciones tapan los “hoyos” que los hackers podrían utilizar para conocer tu historial de sitios visitados, contraseñas y otros datos. Navegadores como Google Chrome pueden actualizarse de forma automática mientras trabajas.
Lleva registro de todas tus contraseñas con una aplicación
En vez de usar tu memoria o lápiz y papel, emplea un gestor de contraseñas. Aplicaciones como 1Password o LastPass guardan tus contraseñas sin riesgos, y generan contraseñas complicadas y mucho más difíciles de piratear que el nombre de tu gato.
Asegúrate de estar en una conexión segura.
En servicios como Gmail y Facebook, habilita la navegación segura en la configuración de la cuenta para evitar el espionaje digital. Si ves el prefijo “https” en la barra de direcciones, la función está activa.
Dos contraseñas son mejores que una
Para añadir un nivel adicional de seguridad a tus contraseñas, habilita la verificación de dos pasos. Es una función que Gmail, Facebook y otros servicios ofrecen, y para utilizarla te solicitan dos contraseñas al empezar una sesión: la contraseña habitual, y otra que el servicio genera aleatoriamente y envía a tu teléfono a través de un SMS (mensaje corto).
Usa otra dirección de e-mail para registrarte en sitios web
Algunos sitios y aplicaciones te permiten registrarte usando tu cuenta de Facebook o Twitter, pero de ese modo compartes mucha información personal. Mejor usa una dirección de correo electrónico alternativa, y teclea un nombre inventado para mantener a salvo tu verdadera identidad.
Conoce las condiciones del servicio
Lee muy bien las políticas de privacidad. Sitios web como tosdr.org explican en un lenguaje sencillo la terminología legal de muchos sitios populares.
Borra tu historial de navegación
¿Por qué los anuncios mostrados en los sitios web parecen “conocer” tus búsquedas en Amazon o en Google? Cada anuncio coloca en tu computadora unos archivos de rastreo llamados cookies que recuerdan qué sitios visitas en Internet. Los anuncios puestos en los sitios web pueden leer esos archivos. Elimina tu historial de navegación al final de una sesión, o usa una herramienta como CCleaner para borrar las cookies viejas.
Tu perfil en línea puede ser utilizado con fines publicitarios
Google y Facebook pueden usar tu nombre y la foto que pongas en tu perfil de usuario para dirigir anuncios a tus amigos, a menos que especifiques lo contrario en tu configuración de privacidad.
Decide el modo en que los dispositivos y las aplicaciones pueden recoger tus datos
Algunas aplicaciones y sitios solicitan acceso a tu webcam o tu ubicación sólo la primera vez que los usas. Si deseas un mayor control sobre cómo o cuándo recopilan tus datos, recuerda que la mayoría de las aplicaciones te permiten revocar el acceso después de utilizarlas.
Otras personas pueden localizarte usando tus actualizaciones
Cuando publicas algo en Twitter o Facebook, la entrada revela tu ubicación. No te confíes: aunque estos datos estén ocultos, pueden ser extraídos y usados para conocer la ubicación casi exacta de tus amigos y familiares.
Ten cuidado al utilizar Wi-fi gratuito
Sé precavido cuando te conectes a una red inalámbrica no protegida. Para un hacker que se encuentre en una cafetería cercana, puede ser fácil interceptar los datos no encriptados que estés enviando desde tu teléfono celular o laptop.
Protege tus mensajes de texto
Aplicaciones como RedPhone —disponible para teléfonos con sistema Android— pueden cifrar tus llamadas y mensajes de texto. Y Off-the-record, un plug-in para las aplicaciones de escritorio Pidgin y Adium, puede encriptar también tus mensajes instantáneos.
Encubre tu actividad en línea
Considera la posibilidad de contratar una red privada virtual, o VPN (por sus siglas en inglés). Aplicaciones como TunnelBear encriptan tu actividad en Internet en una “cápsula” protectora, lo cual resulta muy útil para acceder a servicios como la banca en línea cuando estás fuera de casa.